domingo, 27 de mayo de 2012

DEPORTE Y TIPOLOGÍA DE LA RAZA


Uno de los fenómenos más infames dentro del mundo del deporte es el racismo, elemento que no se ha limitado a un solo país, si bien es cierto que en algunos ha tenido mucha más repercusión, caso de Sudáfrica y el “apartheid”, y ha constituido una importante piedra de toque para el mundo del deporte.

La página que se publica a continuación, abordará la analogía existente entre la raza y el deporte; como es un tema capaz de producir ciertas susceptibilidades, se hace la salvedad de que, en las presentes líneas, no existe pretensiones de racismo; al contrario, es un asunto curioso y científico, lleno de elementos interesantes para los estudiosos y seguidores de páginas deportivas; sobre todo, si se parte de la idea de que el deporte aparece, ante el gran público, como elemento de integración de todas las razas y como punto de encuentro, donde no existe la discriminación; ya que, efectivamente, cumple ese papel.

En primer lugar, se debe reconocer que los negros constituyen los mejores velocistas modernos; para encontrar un atleta blanco, con el oro en Juegos Olímpicos, hay que revisar la historia de esta disciplina y llegar hasta Moscú, en 1980, y años antes, hasta Munich 1972. En Moscú ganó el británico Allan Wells; pero en ese momento, los atletas negros estadounidenses no participaron, debido al boicot, y en Munich obtuvo la victoria el soviético Valeri Borzov. En este sentido, según Fain Binda, R. (2008. Julio, 24), todos los demás campeones olímpicos, en la era moderna, así como los campeones mundiales desde 1983, han sido negros. Evidentemente, resulta difícil hablar de raza y de deporte; inclusive, tal y como alude la mencionada fuente anterior, hasta referirse a una "característica positiva" es discutible, porque muchos negros detectan, en este supuesto elogio a su aptitud atlética, una afinidad solapada con un viejo prejuicio racista: que el negro es atlético debido a su naturaleza "primitiva", de menor inteligencia; esta misma fuente se explica por qué uno de los temas más sabrosos del deporte apenas sea tocado por los especialistas.

Al respecto, Ignacio Romo (2001.Julio, 2) hace referencia a ciertos estudios realizados y dados a conocer en Medicina Deportiva, que arrojan conocimientos similares. En su investigación, alude a la curiosidad de que los jóvenes de raza negra no sólo tengan en las piernas más masa muscular que los blancos —algo que ya era conocido— sino que poseen más grasa. En otras palabras, la potencia, pero también el peso total de sus miembros inferiores, es mayor y esta diferente distribución de masa entre las piernas y el tronco puede ser uno de los secretos aún no desvelados acerca de la inferioridad de la raza blanca en muchas especialidades deportivas que exigen rendimientos físicos muy intensos. Por lo que se puede observar, en los numerosos estudios que se han llevado a cabo para determinar el porqué de la supremacía negra en las carreras de resistencia, podemos encontrar una variedad de teorías enorme, entre las que ninguna parece tener la respuesta absoluta.

A nadie sorprendió lo sucedido en los Juegos Olímpicos de Sidney, cuando los ocho finalistas de los 100 metros lisos, fueron atletas de raza negra; esta situación se viene repitiendo desde los Campeonatos del Mundo de Atletismo, disputados en Roma hace ya varios años. En aquella ocasión, tres atletas blancos alcanzaron la final; pero, desde entonces, los velocistas de color han copado todas las plazas en las finales del hectómetro, por excelencia el test de velocidad del ser humano.

Muchos estudiosos del tema se refugian en la explicación convencional de la biología evolutiva; esto significa que las diferentes aptitudes están determinadas por las circunstancias culturales, económicas y sociales; quizá, esto explicaría por qué los negros de Estados Unidos sobresalen en baloncesto, fútbol americano y béisbol, por ejemplo. Por otra parte, también se postulan teorías diversas en torno a la superioridad de los deportistas negros, en los casos de esfuerzos de carácter explosivo, como en el fútbol americano, baloncesto o atletismo.

En este sentido, existen variadas hipótesis acerca de una supuesta selección natural; entre ellas, referentes a la composición muscular o teorías genéticas; desde hace años se mencionan diferentes propuestas para dar explicación a este tema; es indudable que, desde el punto de vista de la Fisiología del Deporte, se da un hecho incuestionable: los deportistas de raza negra son los más rápidos.

Para encontrar posibles respuestas, la investigación de las diferencias anatómicas y fisiológicas, entre atletas de distintas razas, se ha puesto de moda. Al respecto, unos científicos de la Universidad de Indiana (EEUU) publicaban un trabajo que profundizaba el tema de la llamada “arquitectura muscular” de los deportistas de alto nivel. Su propósito no era otro que determinar si las diferencias en la distribución y cantidad de la masa de músculo esquelético estaban condicionadas por la raza, y para ello investigaron a 44 jugadores universitarios de fútbol americano (31 blancos y 13 negros). Sin embargo, no pudieron encontrar diferencias significativas a nivel muscular: los jugadores negros presentaron un promedio de 89,9 kilos de masa libre de grasa frente a una cifra de 89,1 en los blancos. Esto sugiere que la capacidad atlética de cada raza tiene un importante componente genético.

El estudio de US Army Research Institute of Environmental Medicine, afirmaba que la diferencia radica en que los velocistas negros tienen mayor masa muscular en las piernas, lo cual les proporciona mayor potencia y más peso total, en el miembro inferior; esto se une al hecho de que tienen un tronco menos musculado y más corto, cosa que les da ciertas ventajas en las carreras de velocidad (menor rozamiento, menores ajustes corporales). Se suelen aportar diferencias en el porcentaje de fibras, pero algunos estudios, lo desmienten.

Por otro lado, hay muchos negros lentos, y otros cuya capacidad atlética no está en la velocidad, sino en la resistencia. Jon Entine, autor de un libro sobre el tema: Tabú: por qué los atletas negros dominan el deporte y por qué tenemos miedo de hablar de esto, aclara que los grandes velocistas son genéticamente originarios de África Occidental, mientras que los grandes atletas de África Oriental suelen ser fondistas. Este autor realiza una precisión muy interesante: ningún atleta blanco, asiático o africano oriental ha bajado los 10 segundos en los 100 metros llanos. Todos los "sub10", 53 en total, son originarios de regiones de África Occidental. En este sentido, se pueden dividir las etnias africanas en dos biotipos muy distintos; Africanos del Este y del Oeste. Mientras que el primero de ellos se caracteriza por dominar pruebas de larga distancia, los africanos del oeste destacan por su rendimiento en deportes explosivos y anaeróbicos. A simple vista se pueden observar notables diferencias, ya que los primeros son generalmente delgados y de baja estatura, mientras que los segundos poseen gran musculatura (destacando potente tren inferior) y mayor envergadura y altura. Los kenianos son ectomorfos, cortos y delgados, con preponderancia de fibras lentas en los músculos, factor determinante para el deporte de fondo.

Otros estudios complementan las bases fisiológicas y socio culturales que provocan la superioridad abrumadora de los atletas africanos en las pruebas; en efecto, suscriben las mismas ideas ya presentadas; estas son referidas a que, mientras los kenianos poseen resistencia en las competiciones internacionales y otros africanos del este poseen más del 60% de los tiempos mundiales de resistencia, los atletas con ancestros en África Occidental (entre los que incluye la mayoría de los afroamericanos, caribeños y británicos), están entre los peores fondistas del mundo. Aquí también se repiten la ideas del biotipo ectomórfico, tan común entre los africanos del este, que no es muy común entre los europeos y es prácticamente inexistente entre aquellos con raíces en África Occidental. Ellos tienden a ser mesomórficos, con pulmones pequeños, hemicuerpo inferior musculoso y una alta proporción de fibras rápidas, que contribuyen a tener velocidad explosiva.

En otro orden e ideas, deportes como la natación tienen, también, su propia justificación para determinar que la raza negra no es la más “adecuada” para la victoria; esto, probablemente, ocurra por la menor flotabilidad debido a la densidad ósea y, según otras opiniones de expertos en natación, a la menor capacidad pulmonar, por lo que tendrían dificultades en resistencia. Como las personas de "raza" negra por lo general tienen un cuerpo más fibroso, más musculado, masa ósea más densa, y con las extremidades relativamente más largas, se destacan en deportes donde la carrera y el salto son protagonistas; pero, por el contrario, los de "raza" blanca tienen un porcentaje mayor de grasa subcutánea, extremidades más cortas, etc., cualidades que les dan una mejor flotación y deslizamiento en el agua. Al respecto, se debe acotar que esas diferencias entre nadar mejor o peor, posiblemente, no se observen en las piscinas o en los ríos donde juegan y nadan los jóvenes; pero sí se ve la diferencia entre los deportistas, en virtud de que, al estar presionados por tanta capacidad de competencia, una pequeña diferencia los puede favorecer o no en la victoria.

En la actualidad, el racismo en el deporte sigue siendo un problema que no está atajado completamente; incluso, muchas personas mal interpretan los artículos que contienen temas de esta índole. A pesar de las numerosas respuestas institucionales que se han dado en los últimos años en Europa, como pueden ser el apoyo de la Comisión Europea a proyectos para combatir en racismo (FARE, Action Week, Fans United) y desde organismos deportivos como la UEFA y la FIFA, que en 2001 organizó un congreso en Buenos Aires dando lugar a una “declaración contra el racismo”, sigue habiendo casos de esta práctica en los campos de juego de todo el mundo. Baste como ejemplo, un estudio que arroja datos en el año 2008, sobre el racismo en la liga española de fútbol profesional, donde se recogen 47 incidentes de tipo racista, durante dos temporadas de liga.

Para cerrar estas ideas, que sólo pretenden asumir el tema como una realidad en el área deportiva, se debe hacer la siguiente pregunta ¿No exageran tanto los que dicen que todo es una cuestión social, como los que dicen que es una predisposición genética? Posiblemente sí y, de ser cierto, esto quiere decir que se debe seguir trabajando desde todos los estamentos, para erradicar este tipo de conductas alrededor de los actos deportivos, comenzando con un trabajo de base en los centros educativos.


FUENTE
Fain Binda, R.(2008. Julio, 24). Raza y deporte: cómo tocar el tema sin ser racista. Mundo. Los blogs del BBC Mundo. (On line). Disponible: http://www.bbc.co.uk/blogs/spanish/2008/07/raza_y_deporte_como_tocar_el_t.html (Consulta: 01/05/12).

Jumilla, M. (2009). Racismo y Deporte, una aproximación sociológica. Efdeportes.com (Revista digital). Disponible http://www.efdeportes.com/efd132/racismo-y-deporte-una-aproximacion-sociologica.htm (Consulta: 12/05/12).

Rodríguez Abreu, M. y Núñez Llobregat, A (2010. Septiembre). La superioridad de los atletas africanos en las pruebas de resistencia. Efdeportes.com (Revista digital). Disponible: http://www.efdeportes.com/efd148/la-superioridad-de-los-atletas-africanos.htm (Consulta: 21/05/12).

Romo, I. (2001.Julio, 2). La superioridad deportiva de la raza negra se confirma. Salud. Un suplemento de El Mundo (Revista On line). Disponible: http://www.elmundo.es/salud/2001/436/991389852.html (Consulta: 01/05/12).

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